En todo tratamiento de implantes la prótesis es fundamental, no solamente porque es lo que se verá una vez terminado el tratamiento, sino porque además de ella dependerá el grado de comodidad y funcionalidad y en definitiva la calidad final del tratamiento.
En cuanto a los diferentes tipos de prótesis que pueden colocarse sobre implantes podemos establecer una primera clasificación entre las prótesis removibles (de quitar y poner) y las prótesis fijas.
La prótesis de quitar y poner sobre implantes son las más sencillas y económicas, dado que están elaboradas en resina. La ventaja fundamental de este tipo de prótesis es económica, siendo un tratamiento que puede ofrecer una estética aceptable, si bien la comodidad y funcionalidad pueden no ser muy satisfactorias. Requiere un menor número de implantes para su realización y es un enorme avance en comodidad con respecto a la tradicional dentadura postiza de toda la vida.
Las prótesis fijas se emplean tanto para rehabilitaciones completas (cuando se sustituyen todas las piezas del maxilar a la vez) como para puentes de varias piezas o para piezas unitarias. Va cementada o atornillada sobre el pilar del implante y solo puede retirarse por el profesional en las visitas de control, funcionalmente es el sustituto perfecto del diente natural. Permite al paciente comer y hablar igual que si tuviese sus propias piezas.
La prótesis fija se realiza en cerámica y ofrece una estética considerablemente superior a la resina. Habitualmente las prótesis de cerámica sobre implantes se elaboran sobre una precisa estructura de aleación de metales que va recubierta con la cerámica y es de producción totalmente personalizada, sin embargo en los últimos tiempos se han empezado a usar en Odontología nuevos materiales como el zirconio, que permiten que las prótesis sobre implantes puedan realizarse sin usar metales, favoreciendo una mayor estética y biocompatibilidad.
No es exagerado decir que las piezas cerámicas de calidad son “joyas únicas” de elaboración artesanal y absolutamente personalizada para cada paciente teniendo en cuenta su fisonomía, su anatomía y sus preferencias estéticas. Nunca hay dos coronas iguales.